La temporada 23/24 de UCAM Murcia ha sido histórica. Tras eliminar a Unicaja en semifinales, disputará la primera final de Liga Endesa de su historia. Lo hace siendo el primer equipo en alcanzar la final sin haber ganado ningún partido como local y el primero en lograrlo ganando el quinto partido fuera de casa, algo que no ocurría desde que el Barça lo consiguió en Valencia en la temporada 2013-14.
Fundado en 1985, el club murciano alcanzó la máxima categoría del baloncesto profesional en la temporada 1990-91. Desde entonces, ha disputado 26 temporadas, siendo esta la tercera vez que llega a la postemporada.
En 1992, se quedó en octavos de final. En 2016, alcanzó los cuartos de final, donde cayó frente al Real Madrid en una reñida serie decidida en el tercer y último partido, después de que el equipo blanco se adelantara y los murcianos empataran la serie en casa.
Ahora, tras finalizar quinto en la liga regular, batiendo su récord de victorias, y eliminar a Valencia Basket y Unicaja en los Playoffs, se enfrentará en la final, precisamente, al Real Madrid. Por delante, un último sueño: ser campeón de la Liga Endesa.
Sito Alonso: La revolución en el banquillo
Cuando UCAM Murcia asaltó por tercera vez el Martín Carpena y confirmó su histórico pase a la final de los playoffs de la Liga Endesa, su entrenador, Sito Alonso (Madrid, 1975), mencionó la defensa en zona 2-3. Este recurso defensivo ha sido fundamental en su éxito en estos playoffs. «El no entrenar situaciones zonales, y no digo entrenar para ganar con zonas, en edades tempranas creo que perjudica cuando juegas en categoría senior porque luego cuesta mucho y no puedes aprender igual. Plantéate por qué molesta tanto…», explicó el técnico. Esta reflexión captura perfectamente lo que dicen quienes han trabajado bajo su dirección: Sito Alonso es un entrenador «adelantado a su tiempo» en su forma de entrenar, con una gran «visión» de futuro, cuyo trabajo hace que los jugadores se sientan «especiales» y lo consideran «muy trabajador».
¿Y cómo ha logrado Sito Alonso esto con UCAM Murcia? Principalmente convenciéndolos de que eran completamente capaces, sin importar lo cansados que estuvieran, como este martes, tras haber jugado el domingo pasado. Hay que recordar que el equipo murciano perdió su juego interior debido a las bajas de Simon Birgander y Marko Todorovic justo antes de los playoffs. A pesar de esto, no se han derrumbado.
«A principios de temporada, Sito Alonso decía: ‘No es lo mismo conocer a ocho jugadores que a tres o cuatro'». El conjunto murciano cambió dos tercios de su plantilla este verano. Sin embargo, lo que ha sucedido con UCAM Murcia es similar a la reconstrucción que vivió Unicaja en el verano de 2022, que incluso los llevó a ganar la Copa del Rey en 2023. La realidad es que las nuevas incorporaciones se han adaptado perfectamente a lo que el entrenador quería plasmar en la cancha.
El físico permite a adaptarse a todo
UCAM Murcia se destaca por ser un equipo muy físico, con buen tiro exterior, pero, sobre todo, capaz de sobreponerse a las adversidades. Un claro ejemplo de esto son estos playoffs, donde han tenido que recurrir a Fabián Flores, quien hace solo unos meses «no era capaz de completar un entrenamiento con el primer equipo», y ahora es un jugador más de la rotación ante las ausencias en el juego interior.
«No pienso en lo que no tengo», decía Sito Alonso tras la derrota en el segundo partido contra Valencia Basket, cuando le preguntaron sobre las bajas. Esta mentalidad es precisamente lo que ha inculcado en sus jugadores, convenciéndolos de adaptarse a las circunstancias. Un ejemplo es la ausencia de Artur Kurucs el pasado martes, quien recibió permiso del club por el nacimiento de su hijo y no viajó a Málaga. Esta baja no impidió que UCAM corriera, desplegara una intensa defensa y planteara estrategias alternativas que reflejaban el profundo estudio de Sito Alonso sobre el juego del Unicaja de Ibon Navarro. Este enfoque ha sido una constante durante toda la temporada, y ha dado grandes resultados.
«No podíamos pensar en que estábamos cansados. Tratamos de impedir que jugaran como nos hicieron daño, corriendo y manteniendo un ritmo vertiginoso en los primeros segundos. Lo logramos controlando el rebote y reduciendo las pérdidas, que fueron 22 la vez anterior. Tuvimos la fortuna de resistir cuando se pusieron cuatro arriba y acertar en los momentos clave», afirmó Sito Alonso tras la victoria del martes. La clave fue la capacidad de resiliencia que ha inculcado en su equipo.
«Hace semanas dije que los problemas durante el año, como con Simon Birgander al principio, nos sirvieron para aprender a jugar. Marko Todorovic llegó fuera de forma y tuvimos que esperarlo. Sakho y Moussa nos ayudaron mucho. Cuando faltó Ludde Hakanson también. El equipo ha ido ganando solidez. No me sorprende la respuesta del equipo porque ya los he visto así muchas veces», explicó.