Guerschon Yabusele jugará en la NBA la próxima temporada. El jugador, que ha militado en el Real Madrid hasta esta semana, ha acordado un contrato con los Philadelphia 76ers y regresa a la liga estadounidense tras varios años en China y Europa, y una destacada actuación en los recientes Juegos Olímpicos. Sin embargo, su salida del club blanco implica un complejo movimiento económico.

La operación Yabusele no es sencilla para ninguna de las partes implicadas. El jugador francés tiene una cláusula de salida a la NBA valorada en 2,5 millones de euros (aproximadamente 2,76 millones de dólares), que debe abonar para dejar el Real Madrid. A diferencia de lo que ocurre en operaciones habituales, no es el equipo NBA quien cubre esta cantidad por completo. Las franquicias de la NBA solo pueden destinar hasta 850.000 dólares para el pago de cláusulas de salida. Los casi dos millones de dólares restantes deberán ser cubiertos entre el jugador y el Real Madrid, sin intervención de los Philadelphia 76ers. A menos que el club blanco decida hacer una concesión económica, Yabusele tendrá que afrontar la diferencia de su propio bolsillo. Esta situación no es inédita; Facu Campazzo, Gabi Deck y Usman Garuba también tuvieron que hacer frente a cláusulas de salida similares para dejar el Real Madrid en los últimos años.

La diferencia es que Yabusele firmará un contrato de un año con el salario mínimo con los Sixers, lo que representa algo menos de 2,1 millones de dólares brutos para un jugador con tres años de experiencia como él. Sin embargo, de esa cifra, más de la mitad se irá en impuestos y otros gastos, dejando a Yabusele con poco menos de un millón neto. En Pensilvania, los impuestos son moderados, pero tras deducir los gastos de su agente, el pago de la asociación y los costos médicos, su salario neto al final de la temporada podría aproximarse a los 820,000 dólares, y quizás llegue al millón tras la devolución del depósito de garantía. Para cubrir la cláusula de salida, Yabusele podría optar por fraccionar el pago, especialmente si existe la posibilidad de un regreso al Real Madrid, como ha ocurrido con otros jugadores como Deck, Campazzo y Garuba.

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Un futuro más lucrativo

A pesar de perder dinero en el proceso y dejar la seguridad del Real Madrid, Yabusele está apostando por su futuro al regresar a la NBA. Su objetivo a largo plazo incluye la posibilidad de consolidarse en la mejor liga del mundo, algo que se le cerró en 2019. Jugar junto a estrellas como Joel Embiid, Paul George y Tyrese Maxey en uno de los equipos favoritos al título le brindará la visibilidad necesaria para reafirmarse en la NBA. Incluso si no tiene éxito en Philadelphia, otra franquicia podría ofrecerle un contrato más lucrativo a partir de 2025. Yabusele quedará como agente libre el próximo verano con el Real Madrid, y su objetivo sigue siendo la NBA, una meta que reafirmó tras los Juegos Olímpicos.

El segundo aspecto es aún más significativo: la pensión. Los jugadores de la NBA con tres años de experiencia son elegibles para la pensión de la NBPA, la Asociación de Jugadores de la NBA. Yabusele, quien debutó en la liga con los Boston Celtics en 2017, jugó dos temporadas con el equipo y acumuló 74 partidos antes de ser liberado por Boston. Al unirse a Philadelphia, alcanzaría ese umbral crucial que garantiza una pensión al retirarse del deporte profesional, algo que resulta mucho más complejo en el baloncesto europeo. Aunque las cifras no son comparables con los salarios actuales, especialmente para un jugador con solo tres años de experiencia en la NBA, la pensión incluye beneficios significativos como seguro médico de por vida (y para su familia si juega diez años más), seguro de vida y otros privilegios.

La pensión de la NBA

Con el salario mínimo de la NBA, Yabusele asegura una pensión de aproximadamente 57,000 dólares anuales a partir de los 62 años. Esta cifra podría aumentar hasta un máximo de 215,000 dólares si jugara una década en la liga. Además, un jugador tiene la opción de solicitar recibir la pensión a partir de los 45 años, aunque la cantidad sería menor. Estos beneficios son un factor clave para Yabusele y su entorno, junto con la motivación de competir con y contra los mejores jugadores del mundo y demostrar que su rendimiento en los Juegos Olímpicos no fue una excepción, sino un reflejo de su verdadero nivel.