Existen personas que, aunque no lo busquen de forma consciente, logran convertirse en modelos a seguir y abren caminos previamente inaccesibles para ciertos sectores de la sociedad. Son personas que no buscan destacar en exceso, pero que gracias a su personalidad o enfoque, siempre han liderado. Desde su humildad, Elisa Aguilar (Madrid, 1976) ha realizado todas estas acciones, según afirman aquellos que la conocen.

Ya sea en su papel como «esa base cerebral» que mejoraba a sus compañeras o en su posterior rol como la primera mujer en asumir la dirección de las Competiciones FEB en la Federación Española de Baloncesto, Elisa Aguilar ha sido una figura que ha derribado barreras. Su desempeño en esos roles le proporcionó «formación y experiencia», lo que ahora la capacita para romper lo que, en la actualidad, sigue siendo un techo de cristal. Elisa Aguilar se convierte oficialmente en la presidenta de la FEB, marcando un hito como la primera mujer en alcanzar la presidencia de una de las principales federaciones deportivas.

De niña prodigio a referente 

En 2013, Elisa Aguilar colgó sus zapatillas después de una distinguida carrera que abarcó más de dos décadas. Lo hizo justo después de obtener la medalla de oro en el campeonato europeo, a pesar de tener un acuerdo con el equipo Polkowice para seguir jugando. Su historia en el baloncesto comenzó a los nueve años, cuando optó por la pelota naranja en lugar del fútbol en el Colegio Amorós, aunque el deporte de pies era una tradición en su familia: su padre había jugado, su tío había vestido la camiseta del Real Madrid y su hermano era Mariano Aguilar, una leyenda del Atlético de Madrid. Sin embargo, tras probarlo, quedó claro que el baloncesto era su verdadera pasión, y así lo demostró al debutar en la élite con tan solo 16 años.

Ella fue una niña prodigio con una ética de trabajo incansable y al mismo tiempo una figura destacada en el baloncesto nacional. No solo brilló en la cancha, sino que también llegó a la presidencia de la Asociación de Jugadoras de Baloncesto (AJUB), donde continuó velando por el bienestar de sus compañeras, tal como lo hacía dentro del vestuario.

Mantuvo ese cargo incluso después de retirarse del baloncesto profesional, hasta el año 2017. En ese momento, con Jorge Garbajosa como presidente, dio un paso adelante en la Federación Española de Baloncesto (FEB) asumiendo la dirección de Competiciones. Este cargo, por cierto, nunca antes había sido ocupado por una mujer. «Es una persona comprometida y apasionada por este deporte, que se implica al máximo y cuyo horario de trabajo parece no tener fin», destaca Jorge Garbajosa, quien ahora es presidente de FIBA Europa. Por lo tanto, no sorprende en absoluto que su nombre esté en el Hall of Fame del baloncesto español desde hace un año.

Un nuevo reto

«Experimentó sentimientos de honor, responsabilidad, compromiso, gratitud y orgullo. Orgullo porque, una vez más, la Federación Española de Baloncesto (FEB) ha dado un ejemplo de modernidad y valentía al situar a una mujer en su Presidencia. Esto marca un hito histórico que reconoce el papel de las mujeres en nuestro deporte y refleja el progreso de la sociedad española, y yo asumo esta responsabilidad con total disposición y conciencia», afirmó la nueva presidenta de la FEB durante su discurso ante la Asamblea.

Entre los desafíos inmediatos que se ha fijado está el objetivo de «alcanzar medio millón de federados para el año 2030». En el ámbito deportivo, su meta es que tanto el equipo masculino como el femenino representen a España en los Juegos de París en 2024. La FEB y la Generalitat Valenciana han solicitado ser sede de uno de los cuatro torneos preolímpicos masculinos, donde el equipo de Sergio Scariolo buscará asegurar su billete a los Juegos Olímpicos del 2 al 7 de julio, después de no haber alcanzado los cuartos de final en el último Mundial. Por otro lado, las jugadoras dirigidas por Miguel Méndez, quienes son las actuales subcampeonas de Europa, buscarán su clasificación en el preolímpico.